martes, enero 31, 2012

La mano



Begoña Abad,

La mano hábil desbroza,
sabia con los años
se mueve con destreza.

Arranca sin remisión

las peores hierbas.

Vuelve a repasar,

surco a surco,
titubea, se detiene, duda,
pero vuelve a desbrozar.

Teme haber arrancado,

en alguna ocasión,
un brote delicado que no vio,
que no reconoció,
porque el cansancio ciega.

Regresa, cada día más sabia,

al surco que conoce,
camina por él,
observa más despacio
y a la destreza,
a la sabiduría,
añade ahora la piedad.


2 comentarios:

Pilar Gorricho. dijo...

Bellisimo.Me encanta como plasma Begoña el sentimiento poético.Su poemario "la medida de mi madre" es delicioso.Gran mujer y gran poeta ,a la par que paisana.¿Qué más se puede pedir?.Besos y mi enhorabuena por tan bello poema.

Javier Gm dijo...

¿Es para quererla o no es para quererla? Un amor como persona, como poeta.