viernes, abril 27, 2012

Pobres.


Los pobres: Théophile-Alexandre Steinlen


Miguel Ángel Curiel
LUMINARIAS

El río se secó antes de la desembocadura. Nos terminamos el pan. Las palabras se repetían mucho, hasta la extenuación de ellas mismas se repetían. La boca se secaba al repetirlas. El oído se cegaba con ellas, como un pozo lleno de piedras. El viento deja esta redecilla de luz en los dedos. Creo más en el eco de lo que digo que en lo que digo.

1 comentario:

Anna Genovés dijo...

Miguel Ángel y Antonio,

El eco: el hándicap de este tierno microrrelato. Todo se repite –hasta la saciedad- por la resonancia de la necesidad… Necesidad de pan, de agua, de amor y de vida.

Expertas y profundos vocablos.

Agrio –por su crudeza- y hermoso –por su composición-

Un beso,

Ann@ Genovés