jueves, octubre 21, 2010

El poeta olvidado: Jacinta Gil Roncalés


LAS INCREÍBLES
Y SUBURBANAS
AVENTURAS
DE LAS BRIGADA POÉTICA

Recogidas por Alberto García-Teresa

EL BARRIO AMANECIÓ con la explosión de cinco romances
asonantados de efecto retardado, depositados con
alevosía la madrugada anterior.

PARA ROMPER EL estatismo, el silencio y la frialdad de los
habitantes de la gran ciudad, la Brigada Poética decoró
todas las estatuas con figuras humanas de la urbe con
largas retahílas de versos de Garcilaso, y las untó con
grandes cantidades de mantequilla, en espera de que el
Sol consiguiera derretir en parte su dura carne.

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